BUENOS AIRES.- La ex presidenta y senadora nacional Cristina Fernández de Kirchner dijo ayer que nunca pensó que un juez de la Nación “iba a sostener semejante disparate”, al referirse al procesamiento y pedido de detención que le dictó el magistrado Claudio Bonadio por el presunto encubrimiento del atentado a la Asociación de Mutuales Israelitas Argentinas (AMIA).
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“La aprobación del Memorando con Irán fue una cuestión de política exterior. Es una cuestión no judiciable. Nunca pensé que un juez de la Nación sería capaz de semejante disparate. Para que haya una acusación de traición a la patria debe darse una situación de guerra y este magistrado considera que los atentados de la AMIA y la embajada lo son”, señaló la ex mandataria nacional durante una conferencia de prensa ofrecida en la Cámara de Diputados.
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En ese sentido, la ex presidenta denunció una “persecución política sin precedentes”, y calificó como una fachada su procesamiento por traición a la patria, diseñado directamente por el presidente de la Nación, Mauricio Macri”.
“Esta es una gran cortina de humo que tiene acciones fundamentales: intimidar, asustar a la población, a la dirigencia política y sindical con el Poder Judicial. Macri es el director de la orquesta y Bonadio el intérprete de la partitura legal. No hay delito, no hay causa; pero se juzgó”, enfatizó la senadora.
Cristina afirmó, además, que la medida judicial en su contra “tiene como base una causa inventada”, al tiempo que consideró que hay una intención deliberada para “intimidar, asustar, tapar y provocar, porque no quieren que haya una voz opositora en el Senado”.
“Hay una persecución sobre nosotros y también contra una dirigencia sindical. Al Gobierno le conviene que hoy exista un peronismo dividido en el Congreso Nacional que podría parar las reformas. Argentina necesita soluciones a los angustiantes problemas que la afectan. El Presidente debería entender que la campaña electoral terminó en octubre”, sostuvo la ex jefa de Estado.
La senadora nacional por la provincia de Buenos Aires adelantó que podría a recurrir esta medida judicial, la del juez Bonadio, ante instancias internacionales, y aseguró que en la Cámara Alta representa “una única voz” en condiciones de sumar “otras voluntades”.
En ese contexto, Cristina hizo un “llamado a la reacción muy serena para responder por la vía política a este inédito e increíble desvarío judicial”. “Nos acusan de traición a la patria, una acusación que es un insulto a la inteligencia de los argentinos”, sostuvo en declaraciones a la agencia DPA.
La voz de Casa Rosada
Minutos después de la conferencia de prensa, el jefe del Gabinete Nacional, Marcos Peña, rompió el silencio del Ejecutivo sobre el tema. “Consideramos que (el pedido de desafuero) es un tema judicial que corresponde a la Justicia en trámite normal. Revierte una particularidad por el tipo de denuncia y por las acusaciones que se han hecho. Requiere una investigación muy bien hecha y un debido proceso de defensa para los acusados”, sostuvo el ministro coordinador de la Nación.
Peña rechazó la acusación de la ex mandataria, quien responsabilizó a Macri y al Gobierno por su situación judicial. “Los argentinos conocen al Presidente, saben que no vino a manipular la Justicia, saben que vino para ayudar a que crezca nuestro país y para fortalecer nuestro marco institucional. Está abocado a gobernar y en dejar trabajar a la Justicia libremente”, sostuvo el funcionario. (Télam/DPA/clarin.com)